Colombia gana

Colombia ganó. Colombia ganó este 19 de Junio en las personas de Petro y Francia Márquez, un profesor ex guerrillero y una ambientalista negra. Colombia ganó pues lo que difiere a la “izquierda” de la “derecha” en países que no han superado la colonia, es su lealtad, si se debe uno a los pueblos o a los poderosos de la orbe. Definición trasciende a la era moderna, ya en la Edad de Hierro el profeta Elías conminaba al Rey Acab a no depender de la fenicia Tiro, y a todo el pueblo pedía abandonar al culto a Baal, allá en aquellas tierras donde Asia parió a Europa.

Recapitulación pertinente en un momento donde el imperio estadounidense pierde su hegemonía pero se aferra a su dominancia por todos los medios. La historia y Star Wars nos enseña que los poderes parásitos transmutan sí en imperios pero también en sistemas económicos, en religiones, y en estados que uno supondría son lo contrario a sus victimarios. Así que si la Soberanía es premisa de un cambio real en una América, sangrada ayer por Europa y hoy por USA, darnos nuevos contenidos ideales es imprescindible para que la voluntad expresada en las urnas encarne en una nueva realidad.

Ahora mismo en México no se sabe si Morena está a punto de destruir al PRI y con él a una institucionalidad que nación para esclavizar al indio y parasitar la tierra, o si una combinación de chapulines priistas y oscuros amix gabachos-españoles se comerán a Morena desde dentro, como larvas que crecen en las almas vacías de tanto nuevo funcionario y militante que ve en la política la oportunidad de elevar su estatus personal. O estamos ante un “trágico reverso a la derecha” (Boaventura), o construiremos la cuna de un nuevo mundo junto a Bolivia, Colmbia y tantxs compas en este pale blue dub.

Y si la condición de posibilidad para nueva realidad descansa en las ideas que nutren al personal ¿qué dijo Petro en sus discurso triunfal?

“Este gobierno que va a iniciar el 7 de Agosto es un gobierno de la vida. Es el gobierno que quiere construir a Colombia como una potencia mundial de la vida. Y si queremos sintetizar quizás en tres frases en qué consiste un gobierno de la Vida, yo diría: primero en la paz. Segundo, en la justicia social. Tercero, en la justicia ambiental.”

¿Qué significa la paz? La paz como eje de un gobierno de la vida. La paz…. No tendría razón el cambio, no tendría razón el cambio, no tendría razón la esperanza, no tendría razón este esfuerzo mayúsculo que hoy se sintetiza en las urnas. No tendría sentido un gobierno de la Vida si no llevamos a la sociedad colombiana a la paz. Objetivo central ¿qué significa poder hacer la paz? Que los 10 millones de electores Rodolfo Hernández son bienvenidos en este gobierno (…) significa que no vamos a utilizar el poder en función de destruir al oponente. Significa que nos perdonamos. Significa que la oposición que tendremos (…) será siempre bienvenida en el Palacio de Nariño para dialogar sobre los problemas de Colombia. Porque el clima político que nos ha acompañado en el Siglo XXI

-¡NO MÁS GUERRA! ¡NO MÁS GUERRA! La raza interrumpió gritando esta consigna

Este clima político de persecución y aislamiento, de odios y confrontaciones literalmente a muerte, no puede seguir así. Habrá oposición seguramente, y quizá férrea, y quizá tenaz, y quizá no la entenderemos muchas veces, pero en este gobierno que se inicia nunca habrá persecución política ni persecución jurídica. Sólo habrá respeto y diálogo. Es así como podremos construir lo que hace unos días llamamos el gran acuerdo nacional.

(…)

El acuerdo nacional tiene que comenzar a construirse a partir del diálogo regional vinculante. Vinculante significa que lo que se decida regionalmente para acabar con los conflictos violentos, para construir la prosperidad regional, se vuelve norma, se vuelve obligatorio, se cumple. Diálogos regionales que nos permitan mirar el conflicto en su especificidad histórica, en su especificidad regional. En esos diálogos regionales debe llegar la diversidad de Colombia. No simplemente quienes han levantado las armas sino esa mayoría silenciosa de campesinos indígenas, de mujeres, de jóvenes, y sobre la base de los diálogos regionales poder construir las reformas que necesita Colombia para poder vivir en paz.

Este bato es muy listo al parecer. Y al parecer los colombianos no han interiorizado la mentira y la mentira política como algo natural e inevitable. Otro asunto muy intereante es que la “izquierda” en Colombia no está en el sueño liberal del Siglo XIX que tantos amigues mexicas aún abrazan, creyendo que la Consti de 1917 es perfecta y lo único que falta es cumplirla. Por lo demás, vemos una linda evolución de la mejor retórica marxista que se desarrolló en las primeras décadas del siglo XX y en todas las escuelas de cuadros desde quién sabe cuándo en anáforas como “¿qué significa…?”. Veamos qué mas dice, viene el chuqui:

“No es casual extraño que en esos 11 millones de votos que nos ha dado el triunfo, la mayoría sea de jóvenes y de mujeres. Una marea juvenil decidió hoy tomarse las urnas. Una marea femenina decidió hoy tomarse las urnas. El acuerdo nacional por tanto, tiene que ver con reformas que necesita y ha gritado las juventudes y las mujeres de Colombia. Tiene que ver con los derechos fundamentales que no pueden ser más letra muerte en la revolución, sino que tiene que ser la vida cotidiana, la existencia real, la garantía plena de una Constitución viva que se pueda palpar, que se pueda vivir todos los días. Una constitución viva en la plenitud de los derechos de la gente.

Si me preguntan para qué es un acuerdo nacional: para construir los máximos consensos que hagan que la vida de la familia pueda ser una vida mejor. Que ahí el viejo y la vieja puedan tener una pensión. Que ahí el joven, la joven, puedan tener una universidad. Que ahí el niño y la niña puedan tener la leche y el pan, y la carne no sea un artículo de lujo. Que ahí la familia pueda construirse más unida, más fuerte, más poderosa. Porque sus derechos fundamentales como personas humanas se pueden garantizar, se puedan cumplir. Si me lo permiten, el gran acuerdo nacional es para construir la paz. Y la paz no es más que la garantía de los derechos de la gente. La paz es que la sociedad colombiana tenga oportunidades. La paz es que alguien como yo pueda ser Presidente, o alguien como Francia pueda ser Vicepresidenta. La paz es que dejemos de matarnos los unos a los otros. Desde el gobierno que se iniciará el 7 de Agosto comenzará la paz integral en Colombia. A partir primero del gran diálogo nacional entre la sociedad colombiana toda. Y en segundo lugar a partir de lograr que las armas dejen de disparar. Que las armas dejen de usarse. Que las armas dejen de existir por fuera del Estado colombiano. No es matarnos los unos a los otros, es amarnos los unos a los otros.

Un gobierna de la vida para nosotros no sólo es la paz, es la justicia social.

(…)

Lo que sigue es su perspectiva económica, o es decir, el proceso que Petro-Francia anticipan en la anatomía de la sociedad, de su existencia concreta:

“Nosotros vamos a desarrollar el capitalismo en Colombia. No porque lo adoremos sino porque tenemos primero que superar la pre modernidad en Colombia. El feudalismo en Colombia. Los nuevos esclavismos, la nueva esclavitud. Tenemos que superar mentalidades atávicas, atávicas ligadas a ese mundo de siervos, a ese mundo de esclavos que tenían como contraparte a los señores y los dueños esclavistas. Tenemos que construir una democracia. Y esa democracia la vamos a construir apartir de permitir que exista un pluralismo de conciencias, un pluralismo ideológico, un pluralismo de colores, un pluralismo económico.

El pluralismo económico significa superar las viejas esclavitudes, los viejos feudalismos, poder tener una tierra que se llene de alimentos cultivados. Tener un espacio para las comunidades indígenas, para que se desarrolle su autonomía, su cultura. Tener una economía popular que se pueda fortalecer a través de la conectividad, a través de la educación, através del crédito barato. De ahí saldrán formas del capitalismo sí.., ojalá democrático, ojalá productivo, ojalá no especulador. De ahí saldrán nuevas formas de relacionamiento de la humanidad a partir de las nuevas tecnologías. De ahí saldrá una economía fuerte, productiva. Por eso queremos transitar de la vieja economía extractivista que mataba el agua, que mataba la vida, hacia una economía productiva que pueda hacer crecer en toda Colombia puestos de trabajo, producción que es la base misma de la riqueza. La riqueza nacional depende del trabajo. Si ese trabajo es asalariado. Si ese trabajo es independiente. Si ese trabajo es solidario y cooperativo. Si ese trabajo adquiere las nuevas formas de la economía colaborativa, tendrá el respaldo del nuevo gobierno. Porque sólo sobre la base de crecer económicamente, de producir, es que podremos entonces redistribuir. No se puede redistribuir sin producir. Por tanto si queremos redistribuir para que la sociedad toda sea más igualitaria, tenemos que producir. Producir en el campo. Producir en la industria. Producir en el turismo, producir sobre la base del conocimiento, que es como se produce en el Siglo XXI. Producir regulados, sin que se afecte la dignidad humana. Producir regulados de tal manera que no se afecte la naturaleza, que no se afecte el agua, que no se afecte el páramo, que no se afecte el pájaro.

Producir respetando la naturaleza que significa la justicia ambiental. Y aquí podríamos sintetizar qué es un gobierno de la vida. La paz, la justicia ambiental, la justicia social.

Las madres que no tengan que venir aquí, a mostrar los rostros de sus hijos asesinados…”

Muchas palabras escapan a esta transcripción. Muchos gestos escapan a este texto, mas pueden ser olfateado con mayor nitidez en el video. Y sobre todo, estas líneas, nos dan muchas pistas sobre la cultura, las sociedades, el momento, el tipo de política, de orden-mundo que se fragua en Colombia. Si algún lector llegó hasta acá, seguro ya tiene sus piensos.

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